top of page
Buscar

Las Relaciones

ree

Puedo hablar de esto por experiencia propia en mi vida de dating.


Puedes estar en una relación donde la persona que amas es también la persona que te manipula, te minimiza o te trata con crueldad.


Y te quedas, no porque seas ingenuo, sino porque anhelas profundamente ser amado. Ser elegido. No estar solo.


(Porque el corazón siempre insiste.)


Mucho antes del amor de una pareja, necesitamos que algo más esté en su lugar:


Una práctica de autocuidado, un hábito de autocompasión y una creencia firme en nuestro propio valor intrínseco.


Un sentido claro de quién soy que existe incluso si nadie nos toma de la mano, nos llama “amor” o nos promete para siempre.


(Mi valor nace desde dentro.)


Porque cuando el “amor” de alguien empieza a convertirse en control, caos emocional, castigos silenciosos o crueldad sutil, la única brújula en la que realmente podemos confiar es la que se construye dentro de nosotros:


  • la parte de nosotros que dice: mis sentimientos importan

  • la parte que susurra: no estoy aquí para ser usado ni roto

  • la parte que recuerda: tenía valor antes de esta persona y lo tendré después de ella



(Yo existo con o sin ellos.)


Sin ese anclaje interior, la atracción, la química y la historia compartida pueden cegarnos.


Pasamos por alto las señales de alerta o nos enfocamos en el buen cuerpo o la estabilidad financiera porque tememos que esta sea nuestra “última oportunidad”.


Lo llamamos lealtad cuando, en realidad, nos estamos abandonando a nosotros mismos.


Pero cuando estamos enraizados en nuestra propia autocompasión y autorrespeto, algo cambia.


Empezamos a ver más allá de las distracciones:


Las rosas, el encanto, las disculpas, el cuerpo hermoso, la atracción sexual, el miedo a empezar de nuevo.


Ya no quedamos hipnotizados por el potencial.


(Los ojos vuelven a ver claro.)


El autocuidado, en este sentido más profundo, no es solo un fin de semana con amigos o tomarse días libres.


Es la decisión de dejar de justificar a alguien que nos hiere de forma constante.


La autocompasión no es blandura ni debilidad.


Es el valor de decir: no seguiré colocando mi corazón y mis deseos en un lugar que me sigue cortando.


¿Y nuestra creencia en nuestro valor intrínseco?


Esa es la verdad silenciosa y constante de que ninguna relación define quiénes somos.


Somos alguien antes de que alguien nos ame.


Seguimos siendo alguien incluso si se va, incluso si nunca llega a vernos del todo.


(Mi esencia no se negocia.)


Desde ese lugar, no exigimos perfección a una pareja.


Pero sí requerimos cuidado básico, honestidad y respeto mutuo.


Estamos dispuestos a mantener distancia o a alejarnos de lo que nos erosiona, para poder ser leales a la única persona con la que estamos garantizados pasar toda nuestra vida:


Nosotros mismos.


(Siempre vuelvo a mí mismo.)


myautenticoself.com™

 
 
 

Comentarios


bottom of page